Virgen del Panecillo
Conocida también como La Virgen de Legarda, por el escultor de la obra original en la q se basaron para este monumento, Bernardo de Legarda, prominente artista de la escuela quiteña, época de donde saldrían grandes maestros del arte para nuestro país, muchos de raza indígena o mestiza, dicha obra se la puede admirar en el altar mayor de la Iglesia de San Francisco (obligatorio pasarse viendo).
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La majestuosa Virgen de Quito representa a la Virgen Maria tal cual la describe el Apocalipsis: Una mujer con alas, una cadena que apresa a la serpiente que tiene bajo sus pies y que representa a La Bestia, esta es la razón de llamarla también la Virgen del Apocalipsis.
Siendo más alta q el mismo Cristo redentor de Brasil, la majestuosa Virgen Quiteña está compuesta por 7400 piezas, todas ellas numeradas, por lo que su construcción fue a modo de rompe cabezas. El 4 de noviembre de 1955, se da permiso para realizar los cimientos o base del monumento, misma que tiene 11 metros de altura, hecha en piedra y cemento armado, con 18 columnas que representan a las provincias del Ecuador (las que se tenia hasta ese año)
El Padre Rigoberto Correa es el ejecutor de esta obra de 20 años desde su inicio (desde siempre se demoraban en hacer las cosas), junto al español Agustin de la Herrán Matorras, creando así esta gigante elaborada en PERALUMAN 3 q es una aleación de platino, aluminio, estaño y otros metales (no era así no más), estas piezas están soldadas con pequeñas piezas de platino y ajustadas con pernos, q se pueden ver desde el interior. La obra fue inaugurada el 28 de marzo de 1975 con una misa campal a la que asistirían 1500 personas que subieron en peregrinación desde la Basílica del Voto Nacional, pero esta era una pre inauguración puesto que no estaba terminada aun, faltaban las alas (¿te acuerdas que se dijo a modo de rompecabezas? pues les faltaron piezas a los bonitos).
Corría ya el mes de septiembre de !975, se acaban de colocar las alas, y finalmente tenemos completa la majestuosa Virgen de Quito, símbolo para los quiteños y ecuatorianos y tu q me lees ya la has visitado?
"¿Quién es esta mujer, de sol vestida, reina, de doce estrellas coronada, portentosa señal, airosa, alada, que al firmamento se remonta erguida? ¿Quién es esta mujer engrandecida, que a sus plantas la luna ve postrada, mantiene a la serpiente encadenada y entre todas es la única escogida? Es María, la Virgen, la esperanza mostrada, en el edén, a cielo y tierra, en quien Dios se encarnó y entró en la historia. Es la Madre de Dios, flor de la alianza, la mujer fuerte que al infierno aterra, la esclava del Señor, la asunta a gloria."
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"La Mujer de la Apocalipsis (Cap 12)" escrito por el Padre Jesús Rigoberto Correa Vázquez
El Cuarenta
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Juego tradicional ecuatoriano jugado por excelencia durante las fiestas de fundación de la capital, nuestra querida “Carita de Dios”, San Francisco de Quito.
Exactamente no se sabe el nacimiento de este particular juego, se dice que apareció en el centro norte de nuestro país por lo que se pensaría que es original del Ecuador, lo que si conocemos es que es una variante del juego de cartas español llamado “Ronda” o “Caída”, juego muy popular en Canarias España de donde se cree nos llegó a Latinoamérica en los años de la conquista, juego que se mantiene casi igualito en algunos países como Argentina y Venezuela, que aun juegan con baraja española. Este juego era muy popular en las fiestas, sobre todo para una clase burgués y con la colonia también la clase criolla, jugado pues principalmente en las conmemoraciones de las fundaciones, por lo que no es de extrañar que se la relacione con las fiestas de Quito, claro antes de la independencia ya se lo jugaba pero aun con baraja española y otras reglas.
Y por eso mismo se cree pues que los bonitos de nuestros ancestros al querer jugar con la baraja inglesa incompleta de 52 cartas, que representan a la corona inglesa, se referían a este juego como “40” haciendo alusión a que se necesita solo 40 cartas para este juego.
Algunas son las variantes del juego original a nuestro querido “40”, se conoce que se jugaba con 3 cartas y no 5 como acostumbramos y claro la sal quiteña se fue sumando a este querido juego con frases tan típicas para nosotros como “caída y limpia” “dos Sr. Juez” con su variante “dos por shunsho” y por supuesto “dos por guapo/a”.
¿Y tú? ¿Sabes jugar 40?
BELLA AURORA
LA CASA 1028
¡Un cuento de terror tradicional! Si, si como lo lee un cuento de terror es esta leyenda que pasaría en pleno centro histórico de mi lindo Quito. Ahí donde se levantaba la conocida casa 1028, en la actualidad calle Guerrero Mora Oe3-32 en el edificio con el mismo nombre y doble nomenclatura con el número 1028.
Cuenta la historia de Bella Aurora una hermosa joven quiteña, hija única de una familia opulenta de la Carita de Dios. dicen que Bella Aurora habría confiado un terrible sueño a su criada de confianza, un sueño terrorífico sobre un toro gigantesco que la veía de manera amenazante con unos ojos rojos penetrantes, como es de esperarse ella quedo impresionada de aquella imagen de su subconsciente. A los pocos días y como era tradición en ese tiempo las familias se daban cita a las acorridas de toros efectuados en la plaza grande, hoy plaza de la independencia y Bella Aurora no sería la excepción ya que junto a sus padres asistió a una fiesta taurina
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El espectáculo estaría por empezar Bella Aurora y su familia saludaban a los asistentes al evento como era costumbre y en ese entonces las familias se conocían entre sí, todo estaba de maravilla y prometía ser una tarde de diversión cuando de repente salió un toro negro gigantesco, como el de su sueño, el toro dio una vuelta reconociendo la arena. Y luego de mirar a su alrededor, se acercó lentamente y de manera muy extraña hacia donde Bella Aurora estaba y la observó fijamente.
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La joven no daba creidito a lo que sus ojos veían, se atemorizó tanto por aquella bestia que tenia de frente que se desplomo al sueño desmayada. Sus padres la socorrieron inmediatamente, salieron de allí con la joven en brazos hasta su casa, la casa 1028, que quedaba a pocos metros de la plaza, ya en su hogar tratarían de curarle del espanto.
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Mientras tanto, el toro que permanecía en la Plaza al no encontraba a la joven, salió corriendo enfurecido, saltando la barrera el burladero y al graderío buscando a esa hermosa joven quiteña, nadie pudo contener a esa bestia en su paso, bufando se dirigía a la casa 1028, siguiendo el rastro de esa dulce muchacha y al llegar al lugar derribó la puerta de la entrada asustando a los criados, subió hasta la habitación donde estaba Bella Aurora, que yacía en su cama. Al verlo ella atónita intentaría huir, pero no encontró las fuerzas. El toro la embistió matándola cruelmente. Al oír que alguien se acercaba el toro emprendería la huida esfumándose sin dejar rastro.
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Nada se pudo hacer por Bella Aurora, la encontraron bañada en sangre, entre lágrimas y lamentos velarían a la hermosa Bella Aurora. Los padres devastados enterraron a su hija y poco después se marcharon de la ciudad.
Nunca se supo ni de dónde surgió este toro, ni el porqué de la obsesión contra la joven que le causaría la muerte. Jamás encontrarían rastro de tremenda bestia.
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Y eso es lo que nos cuenta la leyenda, que tiene de cierto o de fantasía, mucho se especula, pero hay quienes dicen que en realidad no era toro si no un hombre que la vería esa tarde en la plaza, que iría hasta los aposentos de Bella Aurora y tras ultrajarla le daría fin, otros afirman que no era un desconocido si no un familiar de la propia Bella Aurora y otros más románticos dicen que el toro era en realidad un novio secreto y al descubrirlos su padre intentaría matar al joven, eliminando por error a su propia hija y que el chico lograría escapar, por esto la familia abandonaría Quito poco después pero ya todo eso es el chisme de la gente como decimos acá.
CANTUÑA
Y EL ATRIO DE
SAN FRANCISCO
Si alguna vez paseaste por el majestuoso centro histórico de la Carita de Dios, de seguro te topaste con la plaza y la iglesia de San Francisco, cullos ladrillos guardan una leyenda de un pacto con ¡el mismísimo Diablo!
Cuenta la leyenda que los padres franciscanos en época de la colonia española, le habían encargado a un indígena de nombre Cantuña, la construcción de una iglesia en Quito esta sería la gran iglesia de San Francisco. Este aceptó y confiado de ser experto en su oficio puso como plazo tan solo seis meses, a cambio él recibiría una gran cantidad de dinero por dicho trabajo.
Aunque parecía una hazaña imposible lograr terminarla en seis meses, Cantuña puso su mayor esfuerzo y empeño en terminarla, reunió un equipo de indígenas y se propuso terminarla. Sin embargo, la edificación no avanzaba como él esperaba. En la ultima noche de plazo se encontraba nuestro amigo desconsolado viendo que era imposible cumplir con su encomienda, en eso se le aparecería un sujeto elegante y carismático con una promesa increíble (cualquiera pensaría que se trata de un político, pero no) este seria el propio Lucifer, que le ofrecería terminar esa obra imposible reclamando el alma de Cantuña como pago.
Cantuña aceptó el trato, solo le pidió una condición a Lucifer, que terminen esa misma noche y que hasta la última piedra este en su lugar, Lucifer acepto complacido estrechando la mano del indígena. En seguida aparecieron cientos de diablillos que a la orden de Satanás empezarían a construir a toda prisa la majestuosa iglesia.
Las horas corrían sin cesar, la obra se completaba inevitable y el alba estaba cerca, Cantuña tenía que pensar en como salvar su alma, aluna treta astuta planearía antes de que se cumpla el plazo. El diablo al momento de cobrar el costo de su trabajo se topo con una gran sorpresa, Cantuña le hacia ver que aun faltaba una piedra, misma que el astuto indígena habría escondido para que la condición no se cumpla, el alba se levantaba y la condición no fue cumplida así Lucifer se iría frustrado al infierno habiendo sido engañado por aquel astuto indigena
Y claro que hay más versiones, por ahí el señor cura decía que no fue Cantuña quien escondió la piedra si no un ángel le ayudaría a hacer este fraude, más allasito dicen que Cantuña escribiría una leyenda q rezaba “quien levante esta piedra reconocerá que es inferior a Dios todo poderoso” así ninguno de los diablillos la usaría y por ahí hay unos que dicen que Cantuña era descendiente del mismo general Rumiñahui, que tenia el oro de Atahualpa y ayudo con oro para la realización del atrio para los franciscanos, pero estos querrían tener todo el oro y empezarían la leyenda de que tenia un pacto con el maligno, versiones no faltaran como lenguas que las cuenten pero esa es la historia de como un quiteño engaño al propio Diablo.